UNA TARDE ENTRE EL CANTO, LA ALEGRIA Y LA AMISTAD.
Y la tarde en San Sebastián se convirtió en un solo canto y una sola alegría y en una sola amistad y con todo este gesto junto se bautizó la nueva producción del sobrino de Hernán Malaver “El Tacarigüero”, dedicado a su pueblo y a su patrón: “El santo mártir San Sebastián”.
Y entonces aparecieron las voces animadoras de Pedrito Bellorín Caraballo, de Andrés Quijada Rojas, de Horacio Quijada, de Iván Villarroel, Alí José Guerra y de Félix Mata y arrancó el canto de galerón infantil que se nos metía en el alma y nos demostraba la querencia por estos pueblos que nunca se doblegarán ante enemigos que no cesan de disparar sus dardos contra su idiosincrasia.
Y más tarde Alicia Guerra "la mujer de la bicicleta", la morocha del Norte, nos retrocedió la película del pasado y nos hizo revivir aquellas diversiones que disfrutábamos cuando niño, con el tradicional baile de la Burriquita, que se meneaba a través del canto sonoro de Miguel Serra.
Pero también afloró el canto adulto de galerón y las décimas salieron espontáneas a través de las gargantas de Francisco Jiménez “El Remolino de Oriente”, José Agreda “El Vengador”, Ernesto da Silva “El Ciclón”, Maximiliano Villarroel "El Nuevo Huracan", Francisco Romero “El ñiqui- ñiqui”, El Joven Golindano, Wilfredo Subero “La Amenaza del Toporo”, Juanita Lárez y Dalmiro Malaver (P) “La Culebra del Rincón” entre otros gladiadores de la espinela margariteña, que soltaron a volar sus versos en un cálido tributo al protagonista de aquella memorable tarde.
Y habló Dalmirito y las palabras se volvieron agradecimiento y genuino amor a su pueblo, a su gente y a sus amigos, quienes esa tarde demostraron que la amistad es el invento más bello del hombre, como decía el poeta Aquiles Nazoa.
Y el agua del riachuelo del pueblo, corrió sobre el disco, derramada por las manos santas de la Sra. Petra Romero, abuelita de Dalmirito y una de las mujeres más nobles y representativas del pueblo.
Y lo demás fue el ramillete de cantos que ofreció el autor y los cuales llenaron el auditorio, se salieron para el pueblo y llegaron hasta el infinito, demostrando que las canciones siempre estarán vigentes y regando la querencia de un cantor que desde ya ha eternizado su pueblo a través de su poesía y música.
EMIGDIO MALAVER G.
emalaverg@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario